miércoles, 9 de febrero de 2011

31: Pies dormidos.

(la caja de cristal II.)

Y el dolor de cabeza te despierta
de nuevo. El sol no existe, la luz
se ha ido lejos, huye de tus miserias
como harías tu mismo su pudieras.
Si no fueras tan poca cosa, incluso
darías pena, pero no, te maquillas
y te pones lentejuelas para intentar
                                                   brillar,
pero hoy, como siempre, no te mirará
nadie a los ojos, pierdes el tiempo.
Incluso el mas inútil de los gatos
sabe caer sobre sus cuatro patas.
Pero tu no crees en eso, ¿verdad?,
tu estás por encima de la estadística,
de los números y las comparaciones.
Te vendría bien mirar  alguna vez
en tu buzón de entrada, o mejor aun,
escribir a tus amigos y decirles que
les hechas de menos, que lo quieres.
Pero hueles a cerveza, y dentro de
un rato no recordaras ya esta conversación.
Buen viaje a ninguna parte y si encuentras
algún gato, pídele que te cuente su secreto.

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