domingo, 30 de enero de 2011

Día vigésimo tercero: Decálogo del ave nocturna.

Salir a la calle a ver pasar la vida.
Pasear por un parque congelado.
Frotarse los ojos con guindillas para
conseguir olvidar el dolor de cabeza.

Mutilarse el alma en fascículos semanales.
Dormir sobre rocas con el amante deseado.
Creer en dioses muertos y rezarles a diario.
Estudiar la vida de otros para intentar
                                                  vivir la tuya.

Comprar la libertad y venderla a precio de saldo.
Ignorar la luz del sol con rumores de vecindario.
Entregar  el alma en almoneda para no tener
                                  que limpiarla de año en año.



No hay comentarios:

Publicar un comentario