domingo, 13 de marzo de 2011

44: De nuevo las piedras.

Y de nuevo me encuentro
rodeado de piedras, piedras
que miran, que observan su entorno
y se quejan del paso del tiempo,
del olvido, del recuerdo borroso
y en blanco y negro que producen
sus nombres, nombres que pronunciados
en voz alta hacen que se estremezcan
los corazones, que el alma se encoja.
Retratos difuntos colgados en las paredes
de un museo. Hablan de sus vidas y se
vengan de sus cazadores, se alzan en armas,
de papel y cartón, contra aquellos que
un día los maldijeron con la marca
                                                   de la estrella.
De viajes y familias habla este cuento,
de trenes sin billete de retorno, de paseos
en la caja de un camión oscura y mal
ventilada, de invasiones y religiones,
                                 de verdugos y vencidos.

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